La tecnología tiene un elevado potencial para hacernos la vida más fácil y poder disfrutar de una mayor calidad de vida. Sin embargo, la complejidad que supone el uso de muchos dispositivos electrónicos es también una fuente de frustración. Lo malo es que cuando la tecnología se vuelve atractiva, entonces aparecen competidores y los fabricantes empiezan a añadir prestaciones avanzadas (a veces innecesarias) con el único propósito de diferenciarse frente a otros productos más baratos.
TODO LO QUE NOS RODEA ES PRODUCTO DE LA TECNOLOGÍA, CON EXCEPCIÓN DE LA NATURALEZA
A lo largo de décadas, los seres humanos hemos utilizado la tecnología con el fin de aprovechar de la mejor manera los recursos que nos brinda la naturaleza, de una forma tal que, en la actualidad, no nos damos cuenta de que estamos rodeados de objetos que mejoran nuestra calidad de vida, pero que son tan cotidianos que los pasamos por alto hasta que están fuera de nuestro alcance.
A cualquier lugar al que vayas, existirá la tecnología: transportes, puentes peatonales, semáforos, bancos, hospitales, incluso servicios como el agua, energía eléctrica, teléfono, drenajes, todo es producto de la ingeniería, arquitectura y administración que la tecnología hace posible. La tecnología mejora la calidad de vida, he aquí el porqué de la existencia de la misma: por la necesidad de innovar lo ya existente.